El día 13 de Septiembre de 2008 tuve la ocasión de asistir al encuentro de antiguos alumnos de la escuela Virgen de los Reyes. He tardado en escribir sobre este encuentro para poder tener una visión menos influenciada por lo que paso en el mismo y no dejarme llevar por sensaciones momentáneas.
Tengo que confesar que, en principio, decidí acudir al encuentro empujado por la tremenda ilusión que mi padre tenia por contar con mi presencia. Mi padre es un tipo de extremos, capaz de ilusionarse como un niño con el simple aleteo de una mariposa y a la vez pasar tres kilos de la mejor noticia.
Pero ante la posibilidad de reunirse con sus antiguos compañeros siempre le brillaron los ojos, es mas creo que lleva toda su vida recordando esa época (sin olvidarse de vivir el presente) y añorando el volver a reunirse con sus amigos de la infancia y adolescencia.
12 o 15 fueron los alumnos que acudieron a la cita, canos algunos o directamente calvos otros, pero con un espíritu infantil del que hacían gala. Durante unas horas aquellos señores fueron unos niños que se reunían con sus amiguitos. Recordaron su infancia y entre penurias, férrea disciplina y contadas alegrías se quedaron con estas últimas catalogando de anécdotas las dos primeras.
Nostalgias contenidas en la misma medida que se aguantaban las lágrimas con las palabras de Domingo y Castro.
Trato de sacar enseñanzas de cada vivencia que tengo o de cada acontecimiento del que soy testigo, y de aquí saque la mayor lección de amistad y positivismo que he recibido en mi vida.
La personas mayores son las de 1,90 "pa" arriba, porque aquel día estuve con niños de 60 años. Gracias viejo por ser como eres.
1 comentario:
Fueron más de 400 los asistentes, y eso que solo se convocaron a las primeras promociones
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